Se conoce, al parecer, que este banquero quería construir un gran palacio para rivalizar y superar al Médici-Riccardi, y hasta dio instrucciones concretas sobre el tamaño de las ventanas.
Años después, el edificio fue traspasado a los Médici, y Cosme I encargó al arquitecto Vasari su ampliación y la conexión con el Palazzo Vecchio, a través del conocido "corredor vasariano", un pasadizo que también atraviesa el ponte Vecchio por la planta superior de las tiendas, y que facilitaba la huida de los Médici en caso de asalto del edificio de la Piazza della Signoria. Además, los Médici adquirieron los terrenos posteriores para crear los Jardines de Boboli.
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